"Cuando un paciente viene a mi consulta lo escucho en un ambiente distendido y trato de ver su problema globalmente, no sólo los síntomas que me relata. De este modo, trato al paciente en su totalidad y no sólo la enfermedad.
Le explico su problema de modo que lo entienda fácilmente y pueda seguir su tratamiento con éxito. En el caso de que sea diagnosticado de un proceso grave, nunca se quedará sólo, le apoyaré poniendo los medios necesarios para que lleve a cabo el diagnóstico y la terapia en el país que desee. Asimismo, colaboro estrechamente con importantes centros en España.
A menudo me preguntan si el urólogo es un médico de hombres pero un 30% de mis pacientes son también mujeres y niños".